Ya en
Santander los chicos recuerdan el viaje a París como unos de los mejores de su
vida. Tomás y Flor se fueron juntos a unas carreras de motos y el chico fue
empujado por otro y se golpeó contra una piedra. Flor está en el colegio con un
amigo de Tomás a la espera de que el chico vuelva del hospital.
-¿Cuándo
vienen? –Dice la chica nerviosa-
-Pues no lo
sé, el papá de Tomas dijo que estaba todo bien y que llegaban en un rato.
-Eso lo
dijeron hace pila de tiempo y siguen sin aparecer.
-Pero flor
¿Por qué estás tan nerviosa?
-Yo no estoy
nerviosa Adrián -dice ella disimulando-
-Ya, ya será
eso… además te has puesto muy guapa, más de lo normal -dice el chico con una
sonrisa pícara-
Tomás llega
acompañado de su padre, la chica sonríe aliviada.
-Ya era
hora, ¿Qué dijo el médico?
-Todo está
perfectamente no tiene nada serio, tiene una amnesia temporal.
-¿Una qué?
–Dicen Flor y Adrián-
-¿Qué pasa?
¿No estudiáis o qué? Puede que haya cosas que no recuerde ahora mismo y las
recuerde con el paso del tiempo o que no llegue a recordarlas nunca.
Mientras el
padre de Tomás habla el chico no deja de mirar a Flor con ese brillo especial
en los ojos.
-¿Y cómo estás?
–Dice la chica-
-Genial.
-¿Hay que
hacerle algún cuidado especial o algo?
-No, solo
mucho amor -dice el padre del chico mientras guiña el ojo a flor-
-Eres un
fiera bro –Doce Adrián mientras le choca la mano- ¿Vamos a la cafetería?
-Una cosa
chicos, con este tema máxima discreción ¿vale? Dejé tu chaqueta en el coche
pero seguro que Adrián puede cogerla.
-Sí, claro.
El papá de
Tomás y Adrián les dejan solos en el recibidor.
-Flor -se
toca el pelo- Nunca podré agradecerte todo lo que has hecho por mí… y por esto
te he traído esto -se saca del bolsillo del pantalón una rosa azul-
-Gracias…
-No, gracias
a ti.
La chica
huele la rosa y mira a Tomás embelesada. El chico la sonríe, le da un beso
rápido en los labios y se va. Flor se queda ahí con la rosa azul en la mano. No
puede creérselo, un beso de Tomás. Vuelve a oler as flores con más intensidad y
suspira con una sonrisa de oreja a oreja.
-Flor ¿no te
vienes a la cafetería? Es la hora del recreo -Dice Mónica que pasa por allí-
La chica no
contesta sigue oliendo la flor.
-Flor ¿Qué
te pasa? -dice sonriendo-
-Un milagro
Moni, un milagro.
Las chicas
van a la cafetería y ven allí a Tomás con todos sus amigos riendo y bromeando.
Flor sonríe, adora verle sonreír. Cuando lo hace siente algo en el estómago que
le llega hasta la nuca, ¿puede llamarse Amor? Mañana es su cumpleaños ¿La
regalará algo? La chica se deshace de esa idea, no puede pensar algo bonito con
él, al segundo viene a su mente lo de la apuesta, no puede volver a caer.
-¡Tía que
mañana es tu cumple! –Dice Teresa gritando-
-Ya tía que
guay -Añade Claudia- ¿Lo vas a celebrar no?
-Obvio -Dice
Flor sonriendo-
La mañana
pasa con normalidad. Ese grupo de amigas está más animado que de costumbre
mañana cumple 18 años una integrante, su ‘floricienta’.
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