miércoles, 27 de febrero de 2013

Capitulo 5 -Believe in me-


Esa misma tarde en la primera playa del sardinero.
El grupo de amigos conversan animadamente, van bien vestidas. Casual. Una lleva una de las cámaras más caras para hacer una sesión de fotos. Todas están a la espera de su amiga Flor que ya llega tarde, pero hay un corazón que lo ansia con más ganas, quiere decirle tantas cosas, susurrarle al mundo que la quiere ¿Susurrar? Claro, decirle al oído que ella es su mundo. Necesita su perdón. Ahí está. Qué guapa es.
La chica abraza a todas sus amigas, ve a Tomás un poco apartado y va a darle dos besos un poco azorada.
-Bueno, ¿A dónde vamos? -dice Flor mientras se sube un poco los pantalones.-
Se miran y van camino a Mataleñas. Es uno de los parques más bonitos de Santander, está sobre los acantilados frente al mar. Tomás no sabe qué hacer, ¿se acerca? ¿Le habla? ¿Y si pasa de él? Esta tan cerca pero a la vez tan lejos.
-Me gustan tus converse.
Flor escucha una voz detrás suyo se gira, ahí están esos ojos de color miel que tanto le gustan.
-Gracias, soy mucho de converse ya sabes.
-Sí, eres una princesa de converse y sudadera ¿no?
Ella ríe.
-Eso es.
-Eres Floricienta.
-¿Y qué haces aquí? Estas rodeado de mujeres.
“Porque necesitaba verte y tenerte cerca” piensa él.
-No sé, me aburría en casa.
-Pues aquí te vas a aburrir todavía más, somos todo chicas.
“solo me haces falta tu para ser feliz” vuelve a pensar pero se contiene todavía no es el momento.
-Bueno da igual.
La tarde sigue entre risas, tonterías, fotos, enfados cariñosos, gritos a lo lejos. Tomás y Flor se apartan un poco del grupo necesitan hablar.
-Flor, creo que te debo algo…-dice el chico cabizbajo-
-¿El qué?
-Una disculpa, lo siento.
Esto le pilla desprevenida y se para en seco.
-¿Disculpas? a mi ¿por qué?
-Por todo lo que te he hecho durante estos seis meses, te he tratado mal, he jugado con tus sentimientos, te he hecho daño y me arrepiento. Lo siento mucho de verdad.
-Ah eso…no te preocupes ya está olvidado, no pasa nada –miente-
Tomás sube la cabeza, la mira. Es perfecta. Esta orgulloso de que una chica como ella se haya fijado en él y haya soportado tantas humillaciones. Nunca nadie le había demostrado tanto. Se siente la peor persona del mundo. Sabe que no puede volver a entrar en la vida de la chica así como si nada hubiese pasado pero quiere intentarlo.
-Flor, sé que esto no se olvida tan fácilmente me arrepiento de lo que fui capaz de hacerte. Me he dado cuenta de todo lo que has pasado por mi culpa, soy un puto inmaduro que no sabe lo que tiene. Lo siento y espero que algún día puedas perdonarme, sé que no puedo volver a tu vida así como si nada hubiera pasado pero me gustaría.
Una punzada. Es cierto en menos de dos meses se enamoró como no la había pasado con nadie, Ella sabía que Tomás la trataba mal, la humillaba pero la daba igual ella le quería estaba enamorada, estaba dispuesta a aguantar lo que fuese por él. ¿Cuantas noches  pasó  encerrada en su cuarto, llorando? Muchas. Está segura de que le está siendo sincero y ¿Por qué no? No quiere perderle.
-No te preocupes, fui yo que me ilusioné como una tonta.
-Fui yo el que te creó esas ilusiones. Fui un capullo. -Se le entrecorta la voz y agacha la cabeza-
-¡Ey!, no importa ¿Vale? Eso ya pasó…
Ella le mira, no le guarda rencor por lo que la hizo. No puede hacerlo. Sigue sintiendo cosas por él y con esa actitud le enamora aún más.
En otro lugar...
Está cansado de tanta tontería. Quiere la vida de antes con sus colegas, su surf por diversión y su familia. Quiere volver a enamorarse, amar a alguien hasta sentir que ya no existe, lo desea con todas sus fuerzas pero todavía no ha llegado su chica ideal, su niña, su princesa, su novia. Piensa en Claudia, esa chica que apareció de la nada así de repente. Le encantó su picardía, esa simpatía que desprendía. Seguro que es la chica ideal, es muy cariñosa, dulce, atenta, divertida aunque un poco tímida.
Ya anocheciendo en una pequeña habitación morada.
Suena agáchate de Danny Romero. Teresa  salta en la cama con el pijama ya puesto, Flor va hacia la cocina a por bebida.
Pasea sigilosa por el oscuro pasillo que lleva a la cocina, abre la puerta con cuidado. Busca el interruptor de la luz, nada no le encuentra. Camina despacio intentando no tropezar con nada por esa pequeña estancia tocando la pared, una pequeña televisión, una play ¿Dónde está? Cuando quiere darse cuenta ya es demasiado tarde, se ha enredado con un cable el tobillo da un paso en falso y cae a la cama encima de alguien.
-¡Ay! Joder -Tomás se despierta sobresaltado, entonces la ve encima de él con un cable enredado al tobillo- Flor ¿Qué haces aquí?
-Lo siento…todo esto tiene una buena explicación -Se mira encima de el- no es lo que parece.
El chico comienza a sonreír, que situación más cómica, ella encima suyo con unos shorts cortos, demasiado cortos y una camiseta que le deja el hombro al aire. Se ríe y  la ayuda. Ya desenredada Flor va hacia la cocina a por la bebida que le había prometido a Teresa. El chico la sigue.
-Oyes Flor…
-Dime -coge una lata de Coca-Cola y otra de fanta naranja-
-Puedes volver a tropezarte cuando quieras.
Ella sonríe y baja la cabeza avergonzada por la situación ocurrida hace unos minutos, se acerca a ella. La aparta el pelo de la cara y con una bonita sonrisa la hace derretirse allí mismo. Flor tiene la respiración entrecortada, su corazón late con mucha fuerza, Tomás está cada vez más cerca, tanto que puede sentir su respiración. Está nervioso. La coge de la cintura, le atrae hacia él la acaricia suavemente. Se miran. Ninguno baja la mirada, no tienen miedo. Han roto todas las barreras y da el paso, lo que lleva deseando hacer desde hace un tiempo. Quiere probar el sabor de la felicidad.  Se acerca a su boca rosada y deseable… Teresa aparece por la puerta gritando. Los chicos se separan y Flor corre a la habitación de su mejor amiga.

martes, 26 de febrero de 2013

Capitulo 4 -Believe in me-


Minutos más tarde en un piso en el Sardinero.
Tomás quiere estar solo, lleva encerrado en su habitación desde que llegó del instituto. Está tumbado en la cama, intenta dormir. Le es imposible. ¿Qué le está pasando? ¿Por qué se siente tan triste?
¡Que cruel es el destino a veces! Justo cuando empezaba a sentir de verdad por Flor va y se abraza con Pablo y pasa de él, se lo tiene merecido.
Ahora más que nunca se pone en su lugar, ella estuvo muchos meses enamorada de él y pasó de ella y lo peor; jugó con sus sentimientos. Es perfecta. Aparte de ser guapa siempre le ha tratado bien por muchas veces que la jodiera ella seguía sonriéndole.
Hace varios meses.
Ella está en su pc hablando con su novio Carlos desde hace un mes, de fondo suena Posdata te quiero. El sonido del chat anuncia que la hablan.
Tomás que pin que pan: Flor tengo que hablar contigo.
Flor de Primavera: Dime.
Tomás que pin que pan: Te quiero…me he dado cuenta ¿quieres salir conmigo? Quiero hacer de este 30 un día inolvidable.
Flor no puede creerse lo que está pasando, Tomás del que lleva meses enamorada le ha dicho de empezar algo. La tiembla el pulso y su pequeño corazoncito late con fuerza.
Flor de Primavera: Hay un problema…
Tomás que pin que pan: No hay problema que valga Flor.
Flor de Primavera: Es que veras…
Tomás que pin que pan: ¿Quieres o no?
Flor de Primavera: Estoy con Rubén…
Tomás que pin que pan: Adiós.
Pasan unos diez minutos y vuelve a sonar el ruido del chat, es él otra vez. Un vuelco en el corazón, nervios ¿Qué la dirá?
Tomás que pin que pan: oyes Flor lo siento es que mi BB la tenía una amiga no era yo, yo no te quiero.
En la actualidad en esa misma habitación.
-Eres gilipollas- se dice a si mismo mientras relee esas conversaciones-
Ahora entiende a Flor. Las horas que debió pasar encerrada en su habitación, llorando, pasándolo mal, rayada por los cambios de humor de él pero siempre lo seguía intentando con una gran sonrisa porque le quería de verdad. ¿Y qué hizo él? Hacerla daño, jugar con ella, hacerla creer algo que no sentía al menos hasta ahora. ¿Le seguirá queriendo? Lo más asombroso de todo es que parece ser que no le guarda rencor, es él el que la dejó de hablar desde ese día y no sabe por qué, quizás porque pensaba que Flor no se olvidaría de el en mucho tiempo y tampoco quería su amistad. Pero ahora lo sabe, la quiere.
Llaman a la puerta, el chico se sienta en la cama desganado.
-Pasa.
Su hermana Teresa entra en la habitación. Lleva unos vaqueros pitillo, unas ganso grises y azules, un polo con la bandera del Reino Unido y una americana.
-¿Qué te pasa?
Teresa sabe que a su hermano le pasa algo al llegar a casa le contó a su madre una trola de que le dolía la barriga y no comió nada, se encerró en su cuarto hasta ahora.
-Ya lo he dicho, me duele la tripa.
Ella sonríe, su hermano miente muy mal.
-Sé que no te duele la tripa -ella se sienta a su lado- sabes que me puedes contar lo que quieras, soy tu hermana.
-No es nada Tere.
-Bueno vale, me voy que he quedado con  Flor y estas  -se levanta y va hacia la puerta- Por cierto esta noche tenemos invitada asique no toques mucho las narices ¿vale?
De la cara de Tomás nace una bonita sonrisa, su corazón comienza a latir con fuerza y sus ojos rojizos desprenden un brillo especial.
-¿Quién viene a dormir?
-Flor.
-¿Y vas a quedar con ella ahora?
-Sí, vamos a dar una vuelta por el Sardi o Mataleñas y nos haremos una sesión.
Va a abrir la puerta cuando su hermano decide decirlo.
-¿Puedo ir con vosotras?
Ella se gira. Su hermano esta sonriente, le ve mejor que antes.
-Claro que puedes, pero vas a pasar la tarde rodeado de tías…-Teresa se queda pensando- ¿Quién te gusta?
-¿A mí? Ninguna.
Ella sonríe, sabe que miente. Tomás se levanta de la cama y salen de la casa.
Ese mismo día de mayo, 16:30 de la tarde.
Está sentada en uno de los sillones azules del salón. Lleva unos pantalones blancos, un niki de manga contra rosa y cuello blanco y unas converse rosas. Sus padres aparecen por la puerta con el gesto serio.
-Flor, Sabemos que ya no eres una niña -Empieza diciendo su madre, Paz.-
La chica ya entiende por dónde va la conversación.
-Y que nos tienes que contar las cosas importantes, como si te echas un novio o te preocupa algo o si suspendes algún examen -continúa diciendo su padre, Carlos.-
-Papá no tengo novio ¿vale? Pero si lo tuviera tampoco os lo diría. Me voy que he quedado con estas y no llego. Adiós.
Y Flor sale con mucha tranquilidad. Sus padres la observan. Es toda una mujercita aun la ven como a una niña, su niña.

lunes, 25 de febrero de 2013

Capitulo 3 -Believe in me-


Mientras, al final del pasillo en la clase de 4B

Tomás no encuentra la manera de atender a la lección de matemáticas, no ha dejado de pensar en ella. Flor es preciosa. Única. ¿Por qué no se había fijado antes en ella? Siempre ha estado en su casa con su hermana Teresa, son íntimas desde hace años.
Tomás se saca del bolsillo de su pantalón vaquero la Black Berry blanca con una funda azul. Se conecta al tuenti busca ese nombre tan raro que se puso hace un tiempo “Flor de Primavera”. No está conectada. Desanimado mira las fotos de Flor. Esta preciosa, bueno tal vez no se a esa la palabra ya que sale con los papos hinchados sacando morritos y giñando un ojo. Pero para él, Flor siempre está guapa.
En esa misma clase, tres filas más adelante.
Lleva toda la noche pensando en ella, ha sido un capullo, un cobarde, un gilipollas por no presentarse a la cita. Tenía miedo ¿de qué? de que fuese como las demás. Pero ella le ha demostrado que es diferente. Ni si quiera la saluda en persona, es muy vergonzoso y nunca pensó que una chica como ella se fijase en alguien como él.
Dos meses antes
Pablo está en las escaleras del instituto no le apetece entrar en clase además llegaría tarde y tendría una bronca de su profesora de literatura que a esas horas no soporta nadie.
El cielo está azul y el sol caldea el ambiente, un día perfecto para surfear. El chico se pone los cascos y le da al Play. El mundo queda atrás, solo está él y su música. Mueve la cabeza al ritmo de la música, cierra los ojos. Musica en mono ‘on’ mundo en modo ‘off’.
Flor se dirige al colegio, se ha dormido y decide quedarse fuera a esperar a la segunda hora. Tiene compañía. Ese chico marroquí tan guapo que ha venido nuevo hace unas semanas.
-Hola -Dice mientras se sienta en frente de él-
El chico mueve la cabeza como amago de saludo y sigue a su royo. La chica se muere de vergüenza, está delante del chico nuevo con el que nunca se ha dirigido la palabra solo se han mirado en los recreos.
-¿Hace bueno verdad? -Dice el chico con una sonrisa-
Ella sonríe tímida. Tiene una voz bonita, no se la imaginaba así. El chico se sienta a su lado.
-¿Qué haces?
-Estudiar.
-¿Enserio? -El chico la mira asombrado-
Ella asiente con la cabeza mientras le sonríe.
-Puf me matas niña.
-¿Por qué? –Ella ríe-
-Entre que odio estudiar y que mira que día hace… No lo desaproveches estudiando anda… hazme compañía.
-Te estoy haciendo compañía, eres tú el que está con la música aislado.
El chico la mira, se sonríen.
-Tiene usted razón señorita. –Se guarda el móvil y los cascos en el bolsillo de la sudadera- ¿Cómo te llamas?
-Flor y ¿Tú?
-Pablo.
De vuelta ahora.
“Gilipollas, eso es lo que eres. Seguro que no me va a volver a hablar en la vida” se siente mal por no aparecer. ¿Por qué no lo ha hecho? Se moría de ganas por verla, por estar una tarde entera con ella, no dejar de mirar esa sonrisa que tanto le gusta.
En ese mismo instante en Bachiller.
La clase de matemáticas trascurre despacio. Las explicaciones del profesor adormecen a todos incluso a ese grupo de amigas tan animado parece desganado: una juega con su pelo, otra muerde un boli…no hablan. Aunque todos comparten la misma meta: que eso acabe ya.
En ese momento Claudia se dirige hacia la mesa del profesor. Mira hacia la puerta y en la rendija ve un papel deslizándose por el suelo. Una nota. ¿Para quién será? La chica termina de escuchar a su profesor y va hacia la puerta cuando Iñaki no la está mirando.
-Tías mirad lo que he encontrado en la puerta -Claudia les enseña a sus amigas el papel blanco doblado por la mitad-
-¿Para quién es? –Dice Teresa con curiosidad-
Claudia gira la nota. Una letra bonita y afilada escrita con tinta roja ‘Para Flor’. La chica de los ojos oscuros se la da a su amiga con una sonrisa. Flor no sabe de quién es esa letra. Primero lee la nota para sí misma y luego a sus amigas.
-‘Perdóname por ser tan capullo pero el miedo es incontrolable, ¿Me das otra oportunidad? Prometo no volver a fastidiarla princesa, te quiere Pablo’.
Un “ooh” al unísono sale de las bocas de sus amigas.
-Qué mono -dice Flor llevándose las manos a la cara-
Flor quiere salir de allí, huir para verle y darle un abrazo. Romper esa barrera que les separa, que les hace la vida más complicada. La campana de la libertad suena puntual.
Flor sale le primera, disparada, embellecida con esa sonrisa que le ha salido de la cara al leer esa bonita nota. Sale acompañada de sus amigas que quedan en verse esta tarde. Ahí está, con sus amigos, riendo y bromeando. Tiene ganas de hacerlo ¿Por qué no? Corre hacia él y le tapa sus bonitos ojos castaños con delicadeza.
-¿Quién soy? -Le dice al oído-
El chico sonríe, conoce su dulce y delicada voz.
-Mi bella Flor.
Se quita las manos de la chica y se gira para poder verla. Está sonriente, radiante, feliz. La mira embelesado. Ella le da un abrazo con todas las ganas acumuladas, guardadas, reservadas al verle por los pasillos y miedo a ser rechazada. Pero hoy no la importa, necesitaba hacerlo.

domingo, 24 de febrero de 2013

Capitulo 2 -Believe in me-



Ese mismo día en el exprésate.
Flor entra al exprésate, no hay nadie haciendo cola, una chica morena, gordita la atiende con una sonrisa. La chica pide un pannini y una Coca-Cola. Paga y se dirige al fondo.
La sala está prácticamente vacía, un grupo de amigos conocidos está armando mucho jaleo. En la mesa está una de sus compañeras de clase con el hermano de teresa, Tomás y más amigos. Flor se sienta en una mesa de dos. Esta pensativa y triste. Tiene que reconocer que había puesto toda su confianza en él. Tras dos meses y medio contándose cosas, sincerándose, sonriéndose por los pasillos…casi enamorándose…ha sido un cobarde.
Da un mordisco a su pannini, se mancha el labio de tomate y se limpia con una servilleta. ‘Joder que vergüenza...ostias que viene este’. Se quita el tomate con la mano y bebe un poco de su bebida. Ahí está Tomás, lleva una sudadera blanca con letras de colores, unas bermudas azules. Tiene unos ojos castaños preciosos y lleva el pelo largo a lo Justin Bieber. Es realmente guapo.
Él sonríe y se sienta en frente de la chica.
-Hola Flor.
-Tomás… hola.
Sonríe tímida y baja la cabeza
-¿Qué pasa? ¿Qué he dicho?
Flor no sabe de qué se está riendo Tomás pero le encanta su sonrisa, es una de las más bonitas que ha visto nunca.
-Pues que siempre me llamas por mi apodo. Es la primera vez que me llamas por mi nombre y me gusta.
Ahora es ella la que sonríe. Duelo de miradas gana ella, él baja la mirada azorado.
Tomás es llamado por sus compañeros de risas, se despide de Flor con una sonrisa y camina hacia la puerta. Flor se centra en su Colca-Cola pero el chico antes de salir del edificio se gira para mirarla una última vez.
A esa misma hora en otro lugar de la cuidad.
También ella mira el reloj, También suspira. Teresa esta tumbada en el suelo de su habitación escuchando Cali y el Dandee.
No puede evitar repetirse a sí misma esa frase. Se la encoge el corazón y suspira “yo te esperare”. Se levanta, quita la canción, su canción…le quiere. Estaría horas abrazada a él, besándole. Probando el sabor de sus besos.
Triste coge el teléfono y llama a su mejor amiga, tienen una larga conversación sobre los deseos, las rayadas, las clases, la cita de Flor y el amor secreto de Teresa.
A la mañana siguiente en Los Agustinos.
Tres chicas bromean sentadas sobre las mesas de un aula de primero de bachillerato. Ríen, gritan y pocas veces hablan en un tono normal para no molestar.
El timbre anuncia el principio de la primera clase, plástica con Mario.
-¿Y Flor? -Pregunta Teresa al advertir que su mejor amiga no ha llegado aún-
Claudia que todavía sigue sentada en una de las mesas que dan a la ventana ve a Flor muy bien acompañada. Camina a la vera de Tomás.
-¡Teresa!, mira ven.
Las dos amigas se asoman a la ventana. Ven a su amiga vestida de su color favorito, azul, riéndose como nunca antes lo había hecho, el causante de su felicidad está a su lado, Tomás.
-¡Ai Mai! -Grita Claudia eufórica-
Toca el segundo timbre, Teresa y Claudia se dirigen a la clase de plástica, llega José Ramón el profesor  más querido por los alumnos y ya empieza a mandar callar. Cuando va a cerrar la puerta aparece Flor pidiendo perdón por llegar tarde. Su profesor la perdona con una gran sonrisa y un “buenos días felpilla”. Ella se dirige al fondo de la clase con sus amigas.
-Oyes… ¿la cita fue con Tomás? -Dice Claudia mientras mira fijamente a su amiga-
-No, que dices loca. ¿Por?
-Te hemos visto entrar con él...cosa que no habíamos visto jamás -dice Claudia buscando la explicación para verles juntos-
-Pues no, es que ayer esperando a Pablo me le encontré en el exprésate se acercó y tal.
Claudia y Mónica se miran cómplices y dicen a la vez alzando la voz.
-¡AQUÍ HAY TEMA PERO VAMOOOOOS!
Mientras las tres amigas bromean, el resto de la clase habla a gritos y José Ramón desesperado manda callar pero como siempre pasan de él.
-¡Callaros!... ¡Cállense!...ni caso -dice desesperado-
Las dos amigas miran a Flor con una sonrisa. Ella no sabe lo que ocurre.
-¿Qué pasa? -se toca el pelo y comprueba que no tiene nada- ¿Por qué me miráis a sí?
-¡Chicas! -Mónica se da la vuela y llama al resto del grupo-
Las compañeras de su clase se acercan. Eneyda, Yanira, Adriana e Ylenia se acercan a la mesa con sus respectivas sillas y forman un corro alrededor de Flor.
-¿Qué opináis? ¿Ha habido tema o no? –Dice  Claudia mientras recibe a las recién llegadas-
Flor ya lo entiende, resopla cansada de oír siempre lo mismo.
-Bueno qué ¿te le tiraste o no? –Interviene Ylenia con sus inmensos ojos verdes-
-Que no pesadas.
Teresa sabe a medias lo que pasó ayer, no ha querido decir nada hasta que Flor decida si contárselo a sus amigas, se la lleva a otro lado de la clase a hablar.
-¿Qué pasó al final tía?
-No apareció…
La chica agacha la cabeza disgustada mientras su mejor amiga la abraza con fuerza.
-Tranquila ¿vale? Seguro que tiene una buena explicación…
-Pues yo no estaré esperando a que me la dé.
Las dos amigas vuelven con el grupo y todas se quedan en silencio por primera vez en lo que queda de clase.

sábado, 23 de febrero de 2013

Capitulo 1 -Believe in me-



Un día de Mayo en un lugar de Santander.
Nada, ni rastro…mira a un lado y a otro pero ni rastro de la flecha gigante. Se aparta el flequillo y sigue a la espera.
Tres días antes.
Ella: ¿Estás seguro de lo que vamos a hacer?
Él: Sí, va a estar bien ya verás.
Ella: no sé yo…-dudosa- bueno ya se verá.
Él: llevaré una flecha gigante.
Ella: ¿Una flecha gigante?
Él: Sí, para que me veas bien.
Ella: Me parece bien y original-una pequeña sonrisa nace de su cara- yo no sé qué llevar…
Él: No hace falta que lleves nada excepto tu bonita sonrisa.
5:30 de la tarde un día de Mayo.
“Eres tonta, tonta, tontísima y él es un capullo, si es que al final tendrán razón”.
Flor mira de un lado a otro, Se baja un poco los “shorts” que se ha comprado expresamente para la cita. Da pequeños golpes en el suelo con sus victorias verdes. Empieza a estar muy enfadada.
La noche anterior.
Ella: Como no aparezcas…
Él: Apareceré, no me lo perdería por nada del mundo pequeña.
Seis menos cuarto de la tarde.
Flor se cansa de esperar y se da un pequeño golpecito en la frente. Vuelve a mirar a su derecha e izquierda pero ni rastro de la flecha gigante.
-Será gilipollas  -Dice en voz alta-
Cansada de esperar la chica desiste, Se anuda su rubio y voluminoso cabello con la goma negra que lleva en la muñeca, se había alisado el pelo para él pero le ha dado plantón “¿Y ahora?” necesita aliviar las penas, ve un exprésate y cruza el paso de cebra con paso firme haciendo todo tipo de muecas de fastidio. Mientras espera a que el muñequito del semáforo se ponga verde recuerda la conversación que tuvo esa misma mañana con sus amigas en el instituto.
Ese mismo día por la mañana.
La chica de ojos castaños está radiante, su sonrisa la delata está  feliz e ilusionada. Lleva esperando mucho tiempo a ese chico especial, lleva 17 años besando sapos y ya está cansada.
-Hemos quedado a las cinco y media -Dice Flor mordiéndose el labio inferior-
-Tía, sabes que yo a muerte contigo pero en esto no estoy muy segura… no vayas –Dice Teresa, su mejor amiga-
-Tía ¿Por qué no? Es un chico súper majo además le vemos todos los días en el instituto, no tiene nada de malo.
-Tía nunca habéis hablado en persona ¿y si es un acosador psicópata? –Dice otra de sus amigas, Mónica-
-¡Está toh bueno! ¿Qué más da? –Dice una tercera, Claudia-
Teresa mira a su mejor amiga. Es cierto que se la ve ilusionada con el chico quizá en ese momento necesite su apoyo.
-Tía pero ¿Si no aparece?
-Aparecerá.
Flor confía en Pablo, el chico que conoció una noche de fiesta en Torrelavega. Sabe tantas cosas de él, tiene 17 años como ella, es marroquí, moreno, sus ojos color miel desprenden una seguridad que le hace invencible, es un chico muy guapo y su sonrisa le hace más atractivo todavía.
-¿Pero si no lo hace?
-Que si va a aparecer.
Suena el timbre anunciando el principio de la clase. El profesor de matemáticas entra con su habitual café en la mano. “Flor a la pifarra”. Todos los chicos de la clase ríen porque el profesor no sabe pronunciar las C y las Z, menos Flor que va al encerado de mala gana.