miércoles, 27 de febrero de 2013

Capitulo 5 -Believe in me-


Esa misma tarde en la primera playa del sardinero.
El grupo de amigos conversan animadamente, van bien vestidas. Casual. Una lleva una de las cámaras más caras para hacer una sesión de fotos. Todas están a la espera de su amiga Flor que ya llega tarde, pero hay un corazón que lo ansia con más ganas, quiere decirle tantas cosas, susurrarle al mundo que la quiere ¿Susurrar? Claro, decirle al oído que ella es su mundo. Necesita su perdón. Ahí está. Qué guapa es.
La chica abraza a todas sus amigas, ve a Tomás un poco apartado y va a darle dos besos un poco azorada.
-Bueno, ¿A dónde vamos? -dice Flor mientras se sube un poco los pantalones.-
Se miran y van camino a Mataleñas. Es uno de los parques más bonitos de Santander, está sobre los acantilados frente al mar. Tomás no sabe qué hacer, ¿se acerca? ¿Le habla? ¿Y si pasa de él? Esta tan cerca pero a la vez tan lejos.
-Me gustan tus converse.
Flor escucha una voz detrás suyo se gira, ahí están esos ojos de color miel que tanto le gustan.
-Gracias, soy mucho de converse ya sabes.
-Sí, eres una princesa de converse y sudadera ¿no?
Ella ríe.
-Eso es.
-Eres Floricienta.
-¿Y qué haces aquí? Estas rodeado de mujeres.
“Porque necesitaba verte y tenerte cerca” piensa él.
-No sé, me aburría en casa.
-Pues aquí te vas a aburrir todavía más, somos todo chicas.
“solo me haces falta tu para ser feliz” vuelve a pensar pero se contiene todavía no es el momento.
-Bueno da igual.
La tarde sigue entre risas, tonterías, fotos, enfados cariñosos, gritos a lo lejos. Tomás y Flor se apartan un poco del grupo necesitan hablar.
-Flor, creo que te debo algo…-dice el chico cabizbajo-
-¿El qué?
-Una disculpa, lo siento.
Esto le pilla desprevenida y se para en seco.
-¿Disculpas? a mi ¿por qué?
-Por todo lo que te he hecho durante estos seis meses, te he tratado mal, he jugado con tus sentimientos, te he hecho daño y me arrepiento. Lo siento mucho de verdad.
-Ah eso…no te preocupes ya está olvidado, no pasa nada –miente-
Tomás sube la cabeza, la mira. Es perfecta. Esta orgulloso de que una chica como ella se haya fijado en él y haya soportado tantas humillaciones. Nunca nadie le había demostrado tanto. Se siente la peor persona del mundo. Sabe que no puede volver a entrar en la vida de la chica así como si nada hubiese pasado pero quiere intentarlo.
-Flor, sé que esto no se olvida tan fácilmente me arrepiento de lo que fui capaz de hacerte. Me he dado cuenta de todo lo que has pasado por mi culpa, soy un puto inmaduro que no sabe lo que tiene. Lo siento y espero que algún día puedas perdonarme, sé que no puedo volver a tu vida así como si nada hubiera pasado pero me gustaría.
Una punzada. Es cierto en menos de dos meses se enamoró como no la había pasado con nadie, Ella sabía que Tomás la trataba mal, la humillaba pero la daba igual ella le quería estaba enamorada, estaba dispuesta a aguantar lo que fuese por él. ¿Cuantas noches  pasó  encerrada en su cuarto, llorando? Muchas. Está segura de que le está siendo sincero y ¿Por qué no? No quiere perderle.
-No te preocupes, fui yo que me ilusioné como una tonta.
-Fui yo el que te creó esas ilusiones. Fui un capullo. -Se le entrecorta la voz y agacha la cabeza-
-¡Ey!, no importa ¿Vale? Eso ya pasó…
Ella le mira, no le guarda rencor por lo que la hizo. No puede hacerlo. Sigue sintiendo cosas por él y con esa actitud le enamora aún más.
En otro lugar...
Está cansado de tanta tontería. Quiere la vida de antes con sus colegas, su surf por diversión y su familia. Quiere volver a enamorarse, amar a alguien hasta sentir que ya no existe, lo desea con todas sus fuerzas pero todavía no ha llegado su chica ideal, su niña, su princesa, su novia. Piensa en Claudia, esa chica que apareció de la nada así de repente. Le encantó su picardía, esa simpatía que desprendía. Seguro que es la chica ideal, es muy cariñosa, dulce, atenta, divertida aunque un poco tímida.
Ya anocheciendo en una pequeña habitación morada.
Suena agáchate de Danny Romero. Teresa  salta en la cama con el pijama ya puesto, Flor va hacia la cocina a por bebida.
Pasea sigilosa por el oscuro pasillo que lleva a la cocina, abre la puerta con cuidado. Busca el interruptor de la luz, nada no le encuentra. Camina despacio intentando no tropezar con nada por esa pequeña estancia tocando la pared, una pequeña televisión, una play ¿Dónde está? Cuando quiere darse cuenta ya es demasiado tarde, se ha enredado con un cable el tobillo da un paso en falso y cae a la cama encima de alguien.
-¡Ay! Joder -Tomás se despierta sobresaltado, entonces la ve encima de él con un cable enredado al tobillo- Flor ¿Qué haces aquí?
-Lo siento…todo esto tiene una buena explicación -Se mira encima de el- no es lo que parece.
El chico comienza a sonreír, que situación más cómica, ella encima suyo con unos shorts cortos, demasiado cortos y una camiseta que le deja el hombro al aire. Se ríe y  la ayuda. Ya desenredada Flor va hacia la cocina a por la bebida que le había prometido a Teresa. El chico la sigue.
-Oyes Flor…
-Dime -coge una lata de Coca-Cola y otra de fanta naranja-
-Puedes volver a tropezarte cuando quieras.
Ella sonríe y baja la cabeza avergonzada por la situación ocurrida hace unos minutos, se acerca a ella. La aparta el pelo de la cara y con una bonita sonrisa la hace derretirse allí mismo. Flor tiene la respiración entrecortada, su corazón late con mucha fuerza, Tomás está cada vez más cerca, tanto que puede sentir su respiración. Está nervioso. La coge de la cintura, le atrae hacia él la acaricia suavemente. Se miran. Ninguno baja la mirada, no tienen miedo. Han roto todas las barreras y da el paso, lo que lleva deseando hacer desde hace un tiempo. Quiere probar el sabor de la felicidad.  Se acerca a su boca rosada y deseable… Teresa aparece por la puerta gritando. Los chicos se separan y Flor corre a la habitación de su mejor amiga.

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